Un reciente estudio del MIT ha encendido las alarmas sobre el futuro del trabajo en Estados Unidos. Según este informe, la inteligencia artificial podría arrebatarle su puesto a nada menos que el 11,7% de los empleados, afectando especialmente a sectores como la sanidad, las finanzas y los servicios profesionales. Es un tema que nos toca de cerca y que no podemos ignorar.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts ha utilizado una herramienta llamada Iceberg Index, diseñada para simular cómo se comportan más de 151 millones de trabajadores. Su objetivo es claro: identificar qué trabajos podrían ser asumidos por máquinas en un futuro cercano. Y lo que han encontrado es preocupante. Las tareas rutinarias relacionadas con recursos humanos, administración o logística son las más susceptibles al reemplazo automatizado.
¿Qué trabajos están en peligro?
No estamos hablando de ciencia ficción; esto ya está sucediendo. Jon Hernández, un divulgador experto en IA, menciona que “la primera ola afectará a los becarios”. Y no se queda ahí: nombres reconocidos como Bill Gates advierten sobre la inminente pérdida de empleos para ingenieros en blockchain, contadores o incluso escritores.
A pesar de todo esto, hay quienes ven el lado positivo. Sam Altman, CEO de OpenAI, menciona que aunque algunos puestos podrían desaparecer, otros nuevos emergerán. Es decir, si bien la IA podría hacerse cargo del servicio al cliente o diagnóstico médico, también abrirá puertas a nuevas oportunidades laborales.
Así que nos encontramos ante un cruce interesante: ¿será esta revolución tecnológica una amenaza o una oportunidad? Lo único seguro es que aquellos trabajos repetitivos están bajo la lupa y podrían cambiar nuestra forma de trabajar drásticamente. Como dice Gates: “Dentro de poco trabajaremos solo dos días a la semana”. Solo el tiempo dirá qué rumbo tomará este nuevo mundo laboral.

