La escultura de Eduardo Chillida, ubicada en la Rambla de Palma, está sufriendo un serio deterioro. A medida que pasan los días, el hormigón armado que la sostiene se desintegra, dejando al descubierto una oxidada estructura metálica. Ante esta situación alarmante, el Ayuntamiento de Palma ha decidido estudiar la posibilidad de llevar a cabo una restauración.
Un tesoro que no podemos perder
Desde el departamento de Cultura han indicado que están evaluando cómo actuar frente a los desperfectos recientes y otros más antiguos que han comenzado a aparecer. Es crucial recordar que esta escultura fue instalada en 1999 tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Banca March. Ya ha sido restaurada anteriormente bajo la supervisión del propio Chillida, por lo que su valor cultural y artístico es innegable.
A pesar de las propuestas pasadas para cambiar su ubicación, actualmente no se contempla moverla. Se considera que este es un lugar privilegiado para ella, especialmente con los planes futuros para el centro de interpretación en la plaza Mayor. Sin duda, es un reto mantener este patrimonio vivo y bien cuidado.

