En el corazón del Espanyol, Tyrhys Dolan se ha convertido en un fichaje que ha encajado a la perfección. Este joven británico, que llegó al club con la esperanza de dejar huella, ha demostrado ser una pieza clave en el engranaje del equipo. Aunque el mes de octubre le trajo desafíos personales, su ambición sigue intacta.
Un reto constante
“Estar en la posición actual no es fruto de la casualidad”, afirma Dolan con seguridad. “Queremos estar entre los seis primeros, o incluso más arriba”. Sus palabras resuenan con fuerza y reflejan el deseo de un grupo que no se conforma. Con cada partido que pasa, él siente que su contribución está dando sus frutos: “Me daría una buena nota por mi inicio aquí”, dice sonriente.
Agradecido por la acogida en su nuevo hogar, destaca lo especial que es este club para él: “Desde el primer día me hicieron sentir como uno más. La atmósfera aquí es increíble; los aficionados nunca dejan de animar”. Con esa energía contagiosa del público perico, sabe que jugar en casa siempre es una ventaja.
Sobre el parón por las fechas FIFA, Dolan comenta cómo han aprovechado para descansar y recargar pilas. “Estamos listos para enfrentarnos al Sevilla; vamos a luchar por esos tres puntos”, asegura con determinación. Sin embargo, no oculta que octubre fue complicado para él: “No estuve al 100% personal y eso afectó mi rendimiento”, confiesa.
Pese a las dificultades, su confianza en el entrenador Manolo González es firme: “Él nos pide dar lo mejor partido a partido”. Y aunque su español aún necesita mejorar (“la conversación me cuesta un poco”), está comprometido a adaptarse lo más rápido posible a esta nueva vida. En resumen, Tyrhys Dolan está listo para seguir dejando huella y llevar al Espanyol hacia nuevos horizontes.