El escenario de Wimbledon fue testigo de un verdadero renacer. Jannik Sinner, el italiano que muchos daban por perdido, sacó su mejor versión frente a Ben Shelton, logrando un contundente triunfo por 7-6 (7), 6-4 y 6-4 en menos de dos horas y media. De repente, todos esos fantasmas que parecían acecharlo se desvanecieron y el número uno del mundo se aseguró un lugar en las semifinales del torneo más prestigioso.
La batalla de los miedos y la determinación
La previa al partido no fue nada sencilla; entre lesiones y rumores sobre su estado físico, Sinner llegó a la pista con una malla compresora cubriendo su brazo derecho. Sin embargo, parecía haber encontrado la confianza perdida justo cuando más lo necesitaba. Con cinco victorias consecutivas sobre Shelton a sus espaldas, salía decidido a hacer historia convirtiéndose en el primer jugador italiano en alcanzar las semifinales en más de una ocasión.
Desde el inicio del partido, Sinner mostró un nivel impresionante. Mientras levantaba cualquier inquietud sobre su codo adolorido, brillaba con su servicio y respondía con ferocidad cada jugada de Shelton. El estadounidense intentó mantenerse firme, pero pronto comenzaron a aparecer fisuras: solo había ganado el 35% de puntos con su segundo servicio. Tras 45 minutos intensos, Sinner logró imponerse en un tie-break lleno de tensión.
A medida que avanzaba el encuentro, Sinner continuó demostrando ser un gladiador en la cancha. A pesar de enfrentar momentos críticos como un 15-40 en contra al inicio del segundo set, se mantuvo sereno y ganó cuatro puntos consecutivos para despejar dudas. Cada vez que parecía que Shelton podía dar la sorpresa, Sinner encontraba esa chispa que lo hacía imbatible.
Poco después llegó el tercer set; allí quedó claro que el dominio era total: solo siete errores no forzados durante todo el partido contrastaban drásticamente con los 37 errores cometidos por Shelton. Así concluyó esta emocionante batalla donde Jannik Sinner no solo dejó atrás su mal momento anterior ante Dimitrov sino que también selló su segunda aparición en semifinales de Wimbledon. El próximo viernes será una fecha crucial: ¿podrá finalmente conquistar Londres?