Goran Ivanisevic, el croata que conquistó Wimbledon en 2001, no se muerde la lengua cuando habla sobre el estado actual del tenis. En una charla reciente que ha dado mucho de qué hablar, su mensaje fue claro: «esto es un manicomio, una auténtica clínica psiquiátrica». El actual entrenador de Stefanos Tsitsipas refleja lo que muchos piensan pero pocos se atreven a decir. Según él, el tenis hoy en día no es solo cuestión de habilidad con la raqueta; es una batalla mental constante.
La presión del circuito
“Nosotros los preparamos, pero allá abajo es pura guerra”, dice Ivanisevic. Y es que en un mundo donde cada jugador parece estar lidiando con sus propios demonios, no sorprende escuchar que muchos están tomando antidepresivos. Zverev mismo ha admitido que no se encuentra bien y eso deja ver las enormes presiones a las que están sometidos.
Aunque destaca a jóvenes como Alcaraz y Sinner por su impresionante fortaleza mental, también advierte: “Si no puedes manejar la presión de este deporte, lo tienes crudo para triunfar”. Es un juego brutal, sin respiros ni sustitutos; cada uno tiene que hacerse cargo de su propio rendimiento y ese peso puede ser aplastante.
Los ojos del mundo están ahora puestos en estos nuevos talentos. “La gente espera ver cada partido como si fuera una final de Roland Garros”, dice Ivanisevic, resaltando cómo han elevado las expectativas hasta niveles casi irreales. Pero así son las cosas en el tenis: uno debe adaptarse o quedarse atrás.
Sobre Tsitsipas, su opinión es directa: “No está en forma ni mental ni físicamente”. Para él, si el griego logra hacer algunos cambios tanto dentro como fuera de la cancha podría volver al top 10 sin problemas. Pero si no actúa pronto… será otro intento fallido.