El clima político en Palma se vuelve cada vez más tenso. Fulgencio Coll, portavoz de Vox, ha dejado claro que el apoyo a los populares no está garantizado si deciden llevar al pleno el uso del suelo rústico en las áreas de transición. En un comunicado emitido este miércoles, se puede leer que están «considerando votar en contra» de esta medida. Pero lo interesante es que, a pesar de esa negativa, también parece que Vox busca abrir la puerta a una negociación.
La necesidad de aprovechar el suelo urbano
Y es que Vox no se andan con rodeos; su postura es clara: antes de pensar en las áreas rústicas, hay que aprovechar el sueldo urbano consolidado. Fulgencio Coll ha insistido en un conjunto de medidas -diez exactamente- que llevan tiempo sobre la mesa y que buscan modernizar una normativa que ya huele a naftalina. Desde aumentar la densidad residencial hasta facilitar la construcción de vivienda asequible, todas estas propuestas podrían traducirse rápidamente en unas 3.000 viviendas. Pero claro, ¿quién va a escucharles?
El concejal asegura que seguirá insistiendo hasta conseguir resultados concretos. Después del fiasco con la Zona de Bajas Emisiones, los recelos hacia el PP son palpables. Aún así, durante la tramitación parlamentaria fue precisamente el PP quien llevó esta iniciativa adelante, aunque Vox apoyó dicha enmienda. Y aquí estamos ahora: con un Ayuntamiento haciendo malabares y sin aclarar si realmente van a desbloquear ese terreno rústico o si simplemente lo dejan como una posibilidad lejana.
Por si fuera poco, el tiempo corre; la ley da un año para acogerse al régimen de áreas de transición mediante un acuerdo del pleno. Sin embargo, su apoyo parece vital para cualquier avance y no sería suficiente con abstenerse: los regidores deben estar alineados porque ya sabemos cómo se las gastan los partidos de izquierda ante estos temas.