Las aguas del río Guadalupe han cobrado vidas y arrastrado sueños en Texas. Hasta ahora, 25 personas han perdido la vida en esta tragedia que ha dejado un rastro de desesperación, y alrededor de 20 niñas permanecen desaparecidas tras el desastre en un campamento de verano cristiano. Los servicios de rescate no se detienen, con la esperanza intacta de encontrar a quienes aún podrían estar vivos entre las ruinas dejadas por la crecida.
A medida que el estado se enfrenta a nuevas lluvias torrenciales, el gobernador Greg Abbott ha informado sobre el desolador panorama. «No podemos especular demasiado sobre las menores», dijo con un tono grave, reflejando la angustia que se siente en cada rincón de Texas Hill Country. La comunidad está conmocionada y todos están al tanto; más de 100.000 personas han recibido alertas para buscar refugio ante lo que podría ser otra inundación devastadora.
Una noche aterradora en el campamento Mystic
Cayeron más de 30 centímetros de lluvia durante la noche y los ríos comenzaron a desbordarse sin piedad. El servicio meteorológico advirtió: «Si estás cerca del agua, busca terreno más alto ya mismo». Las imágenes muestran arroyos descontrolados tragándose todo a su paso, mientras los equipos realizan rescates acuáticos frenéticos.
No solo los residentes sufren; incluso el presidente Trump ha comentado sobre la situación desde su avión presidencial. «Es terrible lo que está sucediendo», expresó a los medios, visiblemente afectado por lo que ve desde las alturas.
En medio del caos, hay una comunidad entera esperando noticias esperanzadoras. Mientras seguimos buscando respuestas y apoyando a quienes más lo necesitan, nos preguntamos: ¿cuánto más puede resistir esta gente?