En la reciente carrera de MotoGP en Assen, las voces que critican a Marc Márquez no se hicieron esperar. Siempre hay quienes opinan sobre el octocampeón: unos lo veneran, otros lo odian. Y entre estos últimos, hay quienes cargan su frustración hacia su hermano Álex. La última crítica ha sido que Álex, quien ocupa el segundo lugar en el Mundial, no es lo suficientemente agresivo al competir contra Marc simplemente por ser familia.
Una respuesta contundente
El Sprint de Assen se convirtió en el escenario perfecto para que esas críticas se plantearan, pero Marc no tardó en responder. «La gente que dice esto no tiene ni idea de motos», afirmó con firmeza. Según él, hay muchas circunstancias que influyen en la carrera: desde abrir pista y lidiar con el viento hasta problemas físicos que pueden afectar la velocidad y dirección.
Para Márquez, atacar al rival no siempre es cuestión de velocidad; si el que va delante mantiene un ritmo constante y no comete errores, es casi imposible superarlo. En este sentido, dejó claro: «He hecho una defensa perfecta». A pesar de las limitaciones del MotoGP actual y los cambios aerodinámicos previstos para los próximos años, Marc se siente cómodo siguiendo a otros pilotos.
A su vez, su hermano Álex fue aún más directo: «Me da absolutamente igual». Orgulloso de estar segundo en el Mundial y ser uno de los pocos capaces de desafiar a su hermano mayor, dejó claro que sus resultados hablan por sí mismos.
Las opiniones sobre esta dinámica familiar también llegaron desde otros pilotos como Aleix Espargaró. Para él, las críticas hacia Álex son injustas; resaltando su desempeño excepcional con un equipo satélite como Gresini Racing mientras lucha contra máquinas oficiales.
Así está el ambiente en MotoGP: entre la competencia feroz y los lazos familiares siempre existe una línea difusa. Pero tanto Marc como Álex siguen demostrando que están hechos para dar espectáculo sobre dos ruedas.