En el bullicioso ambiente del GP de los Países Bajos, Marc Márquez se subió al podio tras una emocionante carrera en Assen. Con una sonrisa que decía más que mil palabras, reconoció haber tenido que lidiar con sus propios límites. «Hoy era uno de esos días en los que pensé que lo mejor sería quedarme en el sofá viendo las carreras», confesó entre risas.
Una victoria inesperada
A pesar de no ser el favorito y de tener dolores persistentes, Márquez mostró una garra impresionante. Se enfrentó a sus miedos y logró superar a otros competidores como Álex y Pecco. «No era el más rápido, pero sabía cómo posicionarme bien desde la salida. En este circuito, hay pocas oportunidades para adelantar, así que tuve que defenderme con uñas y dientes».
Al recordar su sesión de clasificación, reveló: «Cuando vi mi tiempo de 1:30.8, decidí no arriesgarme más; mi cuerpo ya había tenido suficiente.» Esta reflexión revela la madurez del piloto: sabe cuándo arriesgarse y cuándo es mejor ser cauteloso.
Márquez dejó claro que si quería mantener su posición y luchar por la victoria, tenía que hacerlo sin presiones adicionales. “La salida fue clave; sabía que donde saliera terminaba”, dijo mientras explicaba cómo había superado a Quartararo rápidamente. Sin embargo, no se confía; reconoce la fuerza de sus rivales y se prepara para un mañana aún más desafiante.
Con una determinación inquebrantable y esa chispa única que le caracteriza, Marc está listo para seguir luchando en cada vuelta mientras mantiene un ojo atento a lo que viene en esta temporada.”