En un giro sorprendente de acontecimientos, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, decidió compartir una foto entrañable con sus nietos justo antes de que comenzara el desfile del Orgullo en Budapest. La imagen fue publicada en su página de Facebook y acompañada de un emotivo mensaje: «Orgulloso de ellos». Sin duda, una declaración que resonó entre los miles que se preparaban para celebrar la diversidad en las calles de la capital.
Afrontando las tensiones
Este evento llega cargado de tensiones. A pocas horas del inicio del desfile, programado para las 14:00, se conoció que la policía había prohibido la marcha. ¿Por qué? Todo esto ocurre en medio de un choque constante entre los valores defendidos por la Unión Europea y el gobierno conservador de Orbán. Sin embargo, a pesar de esta prohibición policial, el primer ministro dejó claro que no daría órdenes para dispersar a los participantes que esperaban hacer oír su voz.
La celebración estaba organizada por el Ayuntamiento de Budapest bajo el liderazgo del alcalde Gergely Karácsony y diversas organizaciones LGBTQI+. Los asistentes sabían que tenían un desafío por delante, pero eso no les detuvo. El desfile comenzaría en el Parque del Ayuntamiento y seguiría por emblemáticas calles hasta llegar al muelle de la Universidad Tecnológica. Un recorrido que simboliza mucho más que una simple marcha; es un grito colectivo por los derechos y la igualdad.