La situación del aeropuerto de Palma ha llegado a un punto que no se puede ignorar. La CAEB, esa voz que representa a tantos empresarios, ha levantado la voz para señalar lo que todos hemos visto: una imagen deplorable. No es solo cuestión de estética, es una falta de respeto hacia quienes llegamos aquí, ya sea por trabajo o placer.
La impotencia de los ciudadanos
Caminando por el aeropuerto, parece que estamos en un lugar donde el tiempo se detuvo. La queja resuena entre los viajeros: “¿Es esto lo que queremos mostrar al mundo?” dice uno de ellos mientras observa el desorden. Es un reflejo triste, y muchos sienten que esta imagen nos tira a la basura como destino turístico.
No es solo un problema visual; es una falta de compromiso con nuestra comunidad. “No podemos permitir que nuestras puertas al mundo estén tan descuidadas”, afirma un portavoz de la CAEB. Y así lo vivimos día a día, nosotros, los que amamos esta tierra y queremos verla brillar.
A medida que las críticas aumentan, queda claro: necesitamos urgentemente cambios significativos. Por eso, desde la CAEB exigen una reunión con Aena para abordar estos problemas y buscar soluciones concretas. ¿Por qué dejarlo pasar cuando podemos actuar?