En una jornada marcada por la incertidumbre, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dejó claro que no hay espacio para malentendidos. Durante una rueda de prensa previa a la cumbre de líderes en La Haya, desmintió rotundamente que España pudiera acogerse a alguna especie de cláusula de exclusión que le permitiera evitar el compromiso del 5% en Defensa. ¿La verdad? La organización ha estimado que nuestro país deberá destinar un 3,5% de su PIB para cumplir con los requerimientos militares acordados.
Una carga más pesada para España
Rutte fue tajante: “En la OTAN no existen cláusulas de exclusión ni se trata de pactos paralelos”. Así que España, que esperaba alcanzar estos objetivos con un modesto 2,1%, se enfrenta a una realidad más dura: necesitará aumentar su inversión si quiere estar a la altura. “Estamos convencidos de que ese 3,5% es lo necesario”, agregó el secretario general.
A medida que los países comienzan a informar sobre su evolución en gastos y capacidades militares, nos queda esperar y ver qué pasará. En cualquier caso, habrá una revisión programada para 2029. Mientras tanto, la reciente decisión de aumentar el gasto hasta el 5% del PIB para 2035 deja entrever un camino lleno de desafíos y decisiones difíciles para nuestras autoridades. Un panorama nada fácil ante las crecientes exigencias internacionales.