Era una tarde tranquila en la Playa de Palma cuando un grupo de turistas se convirtió en el inesperado escuadrón de justicia. El 20 de junio, un hombre, con acento búlgaro y 41 años a cuestas, decidió hacer de las suyas y robar cuatro teléfonos móviles. Pero lo que no sabía es que su escapatoria iba a ser más complicada de lo que había planeado.
Todo sucedió cerca del Balneario 2, en la calle Cartago. Allí, mientras los turistas disfrutaban del sol y la brisa marina, un sujeto en patinete eléctrico se lanzó a robar una bandolera. La escena fue rápida: el ladrón tomó la bandolera y huyó como si no hubiera un mañana. Sin embargo, varios miembros del grupo no se quedaron parados; ¡no iban a dejar que esto quedara impune!
La captura del delincuente
Con una determinación digna de película, los turistas empezaron a perseguir al ladrón. A unos pocos metros lo rodearon y le cortaron el paso. Ante la presión del grupo, el sospechoso abandonó su patinete e intentó escapar corriendo, pero uno de los ciudadanos tuvo el valor suficiente para detenerlo hasta que llegara la Policía Local.
Cuando los agentes llegaron al lugar, encontraron al ladrón acorralado y revisaron su botín. En la bandolera había una cartera con 100 euros y esos cuatro teléfonos móviles de alta gama que habían sido robados. Finalmente, el hombre fue arrestado y puesto a disposición de la Policía Nacional.
A veces son las pequeñas acciones las que pueden cambiarlo todo. Este grupo demostró que juntos pueden marcar la diferencia frente al delito.