En una jornada marcada por la tensión internacional, el Gobierno chino no ha dudado en expresar su rechazo al ataque aéreo que Estados Unidos llevó a cabo contra las instalaciones nucleares de Irán. Fue durante la madrugada cuando los bombardeos impactaron en Natanz, Isfahán y Fordo, lugares estratégicos que generan preocupación en todo el mundo. Este hecho no ha pasado desapercibido y ha hecho que China levante la voz.
Un llamado urgente a la calma
“China condena enérgicamente este ataque estadounidense”, afirmaba el Ministerio de Exteriores chino en un comunicado rotundo. Para Pekín, estas acciones no solo son una violación del Derecho Internacional, sino que también agravan las tensiones en Oriente Próximo. En medio de este caos, se hace un llamamiento claro y directo: “Instamos a todas las partes involucradas, especialmente a Israel, a poner fin a las hostilidades de inmediato”. Porque lo que está en juego aquí es mucho más que una disputa; se trata de la seguridad de civiles inocentes y del futuro de toda una región.
Así termina el mensaje desde China: están dispuestos a colaborar con la comunidad internacional para encontrar soluciones y restablecer la estabilidad tan necesaria en esta parte del mundo. En este contexto convulso, todos nos preguntamos: ¿cuántas veces más vamos a ver cómo se tiran por la borda los esfuerzos por alcanzar un diálogo pacífico?