La historia de Fer López da un giro inesperado. El joven talento gallego, que se ha convertido en una de las joyas más brillantes del Celta, ha firmado con el Wolverhampton por cinco años. El equipo británico ha desembolsado 25 millones de euros, superando incluso la cláusula de su contrato y permitiendo al Celta recibir el dinero a plazos. No es solo una transacción; es una decisión que reconfigura el futuro del jugador y también las cuentas del club.
Cambio de aires para Fer
A sus apenas 21 años, Fer ya había dejado huella en el primer equipo con 20 partidos y 4 goles entre Liga y Copa la pasada temporada. Pero ahora se enfrenta a un dilema: dejar atrás un equipo con aspiraciones europeas para unirse a uno que ha luchado por evitar el descenso en la Premier. ¿Fue este realmente el mejor paso para su carrera? Mientras algunos celebran el acuerdo, otros se preguntan qué hubiera pasado si Fer hubiera continuado creciendo en casa.
Este no es un caso aislado para el Celta, que en los últimos años ha visto partir a varios canteranos talentosos como Brais Méndez (14 millones) y Gabri Veiga (30 millones). La salida de Fer se suma a esta lista y deja claro que, aunque las arcas del club se llenen, siempre quedará la inquietud sobre lo que podría haber sido si estos jóvenes talentos hubieran permanecido un poco más en Vigo.