Un día cualquiera en Port Adriano se convirtió en un auténtico espectáculo de fuego y miedo. La mañana del martes, a eso de las 09:13 horas, una webcam de Multimediatres.com registró cada instante del suceso que dejó a tres tripulantes temblando y con quemaduras.
Todo parecía ir bien cuando la lancha comenzaba a salir del muelle. Pero, ¡zas! Un estallido repentino desde dentro hizo que los ocupantes, dos adultos y un niño de apenas nueve años, no tuvieran otra opción que lanzarse al agua. El pequeño fue atendido por quemaduras mientras uno de los adultos sufrió una posible fractura al saltar al mar. Imagínate la escena: el susto reflejado en sus caras mientras las llamas empezaban a crecer sin piedad.
Las llamas no daban tregua
Poco después de que ellos se zambulleron para salvarse, el incendio se desató como un monstruo voraz. Intentaron apagarlo desde un pantalán cercano, pero esas primeras acciones fueron inútiles. Fue entonces cuando decidieron remolcar la lancha ardiendo hacia otra zona del puerto, lejos de otras embarcaciones. Allí, el barco Tío Juan lanzó agua con fuerza para intentar controlar la situación.
A las 09:30 horas ya habían conseguido apagar el fuego; sin embargo, no todo terminó ahí. Los equipos tuvieron que asegurarse de que no hubiera ningún vertido en el mar porque la embarcación terminó hundiéndose tras la batalla contra las llamas. Un recordatorio más de lo impredecible que puede ser el mar y lo frágiles que somos ante él.