Cultura

El Brillo de ‘Afanador’ y ‘Casting Lear’ en los Premios Max

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En una noche donde el arte se vistió de gala, ‘Afanador’ y ‘Casting Lear’ fueron los grandes protagonistas de la 28ª edición de los Premios Max, celebrada en el encantador Teatro Gayarre de Pamplona. Este año, la SGAE ha puesto sobre la mesa un reconocimiento que va más allá de simples galardones: es un homenaje a la pasión y al esfuerzo que hay detrás del telón.

Una Gala para Recordar

Con un despliegue impresionante, el espectáculo del Ballet Nacional de España dirigido por Marcos Morau no solo deslumbró por su innovación, sino que también se llevó a casa cinco premios, convirtiéndose en la joya de la noche. Por su parte, Andrea Jiménez, con su arriesgado ‘Casting Lear’, recibió merecidos aplausos al llevarse dos reconocimientos. La emoción estaba palpable; ellos son testigos de lo que significa arriesgarse en el escenario.

Aquí no solo hablamos de premios. Hablamos de sueños cumplidos. Enric Auquer y Ágata Roca se llevaron las estatuillas a Mejor Actor y Mejor Actriz, respectivamente. Con gestos sinceros y rostros llenos de asombro, ambos artistas compartieron su gratitud con sus compañeros: “Esto es un juego de tenis”, expresó Roca mientras dedicaba su premio a quienes han estado a su lado durante estos años.

‘Afanador’, inspirado en el trabajo del fotógrafo Ruven Afanado, cautivó al jurado no solo por ser una obra maestra visual sino también por romper esquemas tradicionales del flamenco. Morau tal vez no estuvo presente físicamente esa noche, pero envió un mensaje conmovedor desde la distancia: “La función del 9 de julio destinará taquilla a los refugiados de Palestina”. Un gesto hermoso que recuerda que el arte también puede ser una herramienta para ayudar.

No obstante, Andrea Jiménez reveló entre risas y nervios cómo le había costado llegar hasta aquí: “He pasado mucho miedo”, confesó con honestidad tras recibir sus premios. Sus palabras resonaron en el aire como un eco profundo: “El teatro tiene ese poder único”, decía mientras agradecía a cada uno de los más de 85 actores que se lanzaron al vacío junto a ella.

Aunque hubo lágrimas y risas entrelazadas esa noche mágica, también surgieron voces reclamando más apoyo para las artes escénicas locales. Anna Rosa Cisquella hizo hincapié en esta necesidad durante su discurso al recibir el Premio del Público por ‘L’alegria que passa’. Sin duda alguna, una velada repleta no solo de celebraciones artísticas sino también mensajes contundentes sobre lo que debe mejorar dentro del panorama cultural español.

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