En Pere Garau, la situación del aparcamiento ha llegado a un punto crítico. Los coches abandonados no solo ocupan espacio, sino que agravan la lucha diaria de los vecinos por encontrar un lugar donde dejar sus vehículos. Ayer, en un acto que hizo eco en toda la barriada, los residentes se manifestaron pidiendo que se acelere la ampliación de la zona ORA. El alcalde, Jaime Martínez, había mencionado en el Debate del Estado de la Ciudad que los trámites para esta expansión comenzarán en 2025, pero eso suena más a promesa vacía que a una solución real.
Un retraso inaceptable
La entidad vecinal no se quedó callada y recordó que esta mejora ya estaba prometida tanto en el plan de movilidad de 2014 como en el de 2022. Es una medida necesaria y esperada desde hace años. No entienden por qué dividir el barrio en fases –Pere Garau este y oeste– cuando todos sufren las mismas carencias. La petición es clara: ampliar el horario de regulación para cubrir desde las 09:00 hasta las 22:00 horas.
Pere Garau no solo es uno de los barrios más poblados de Palma; también es el más denso del Eixample y eso tiene consecuencias directas sobre su infraestructura. Con cada nuevo bloque de pisos construido sin garaje, la situación se torna más desesperante. Los vecinos llevan tiempo pidiendo cambios porque saben que una mayor rotación facilitaría mucho las cosas; menos presión sobre ellos y más accesibilidad al mercado local.
Además, subrayan que esta regulación podría liberar espacios ocupados por vehículos olvidados o talleres ilegales, promoviendo así el uso del transporte público entre quienes necesitan desplazarse al centro. Pero ¿quién toma cartas en el asunto? La llamada a la acción va más allá: también solicitan una moratoria para paralizar nuevas edificaciones sin parking incluido. Parece sensato detenerse a pensar antes de seguir construyendo sin planificar adecuadamente.