MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) – En una reciente declaración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho eco de su habitual estilo provocador al afirmar que si no hubiera ordenado enviar tropas a Los Ángeles para frenar las protestas contra las políticas migratorias de su gobierno, la ciudad habría quedado reducida a cenizas. Según él, esto se debe a la supuesta incompetencia de la alcaldesa Karen Bass y del gobernador de California, Gavin Newsom, ambos del Partido Demócrata.
Responsabilidades y daños en la comunidad
Trump no se ha cortado a la hora de señalar a estos líderes como parte del problema, tildándolos de ser un verdadero desastre total. En sus palabras, los daños causados en unas 25.000 viviendas durante la reciente ola de incendios son responsabilidad directa de ellos. Asegura que los permisos para reconstruir esas casas están casi listos mientras que las autorizaciones locales o estatales van bastante atrasadas.
Toda esta situación estalló tras el inicio de protestas el pasado viernes, motivadas por las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para arrestar a inmigrantes indocumentados. En respuesta a este clima tenso, Trump anunció el envío inicial de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional y luego sumó otros 2.000 más junto con 700 marines.
A pesar del revuelo generado por esta decisión unilateral desde Washington, las autoridades locales no han dudado en criticar al gobierno federal por ignorar completamente la voluntad del estado californiano. La Fiscalía incluso ha decidido tomar cartas en el asunto anunciando denuncias tanto contra Trump como contra su secretario de Defensa, Pete Hegseth.