La tranquilidad de un colegio en Palma se ha visto sacudida por una noticia desgarradora. Un monitor, que hasta hace poco compartía momentos con los niños, ha sido detenido por la Policía Nacional tras ser acusado de abusos sexuales hacia dos menores. La dirección del centro no tardó en actuar y cesó al trabajador, pero el daño ya estaba hecho.
Todo comenzó cuando las víctimas decidieron dar el paso y denunciar lo ocurrido. Una de ellas relató a los agentes que el monitor le había realizado tocamientos inapropiados, algo que dejó a todos boquiabiertos. Los investigadores, pertenecientes a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), no perdieron tiempo y comenzaron a recoger testimonios de compañeros y docentes para esclarecer esta oscura historia.
Un entorno que debería ser seguro
Lo más inquietante es que otra adolescente también se atrevió a hablar tras conocer lo sucedido, aportando su propia experiencia similar. Es triste pensar que un lugar donde los niños deberían sentirse seguros se convierte en escenario de tales hechos. Desde la dirección del centro colaboraron activamente con la investigación; sin embargo, es difícil imaginar cómo seguir adelante después de algo así.
A medida que avanzaban las indagaciones, los agentes lograron reunir suficientes pruebas para proceder con la detención del monitor como presunto autor de un delito grave. Una situación angustiante para todos los involucrados, especialmente para las víctimas, quienes han mostrado una valentía admirable al hablar.