Era una noche cualquiera en la Playa de Palma, pero lo que comenzó como una simple salida con amigos se tornó en un verdadero escándalo. La madrugada del pasado miércoles, un colombiano de 27 años, incapaz de entrar a una discoteca, decidió que la mejor forma de reaccionar era agredir a un agente de la Policía Local con una botella. ¿Y qué más se puede esperar cuando el alcohol parece haber tomado el control?
El incidente y la reacción policial
A las 02:00 horas, justo cuando el ambiente festivo se apoderaba del lugar, este grupo ebrio intentó colarse en el local sin tener éxito. Al ser rechazados, uno de ellos no encontró mejor idea que lanzar amenazas al personal de seguridad. Los agentes, firmes y profesionales, identificaron rápidamente al autor de las amenazas: nuestro protagonista colombiano.
Después de unos momentos tensos donde los insultos volaban por los aires, los policías pidieron amablemente al grupo que se marchara debido a su evidente estado de embriaguez. Aunque al principio resistieron y siguieron con su show, finalmente abandonaron el lugar. Pero aquí no acaba la historia.
Mientras los funcionarios trataban de calmar la situación e informaban sobre cómo proceder para denunciar lo ocurrido, ¡sorpresa! El hombre regresó decidido a hacer más daño y trató de golpear a uno de los agentes con esa botella escondida tras su espalda. La reacción del policía fue rápida; logró interceptar el ataque antes que pudiera causar algún estrago y la botella terminó estampada contra el suelo.
El agresor no se quedó ahí y salió corriendo como si estuviera en una película. Pero no contaba con que iba a ser perseguido por las autoridades durante unos 800 metros hasta que finalmente se detuvo y decidió encararse con ellos. Fue entonces cuando lo arrestaron por atentado contra los agentes y amenazas. Una noche que prometía diversión terminó convertida en un episodio digno de recordar.