El GP de Aragón de MotoGP ha sido un auténtico espectáculo, donde Marc Márquez ha tenido que sudar la gota gorda para hacerse con la pole. No fue un paseo; su hermano Álex y el intrépido Morbidelli le pusieron las cosas complicadas. Pero, como siempre, Márquez sacó lo mejor de sí mismo en una vuelta final que dejó a todos boquiabiertos.
Aventura llena de sorpresas en la clasificación
En este caluroso día, con temperaturas alcanzando los 40 grados sobre el asfalto, la tensión se podía cortar con un cuchillo. La sesión Q1 comenzó con un tropiezo: Marco Bezzecchi, intentando seguir a Bastianini, terminó en el suelo. Tras él, Fabio Quartararo logró colocarse primero aunque tuvo que lidiar con algunos problemas en su giro posterior.
No obstante, las sorpresas no terminaron ahí; el drama siguió acechando a Bezzecchi, quien se vio obligado a regresar al garaje por un fallo técnico antes de poder marcar un tiempo. Mientras tanto, otros competidores como Raúl Fernández apretaban los dientes y se metían presión mutuamente.
Llegó la Q2 y ahí estaba Marc, liderando el grupo con su hermano pegado a su rueda. Lo que vino después fue pura adrenalina: ¡Márquez hizo magia! Con un crono impresionante de 1:45.9, batió el récord anterior del circuito establecido por Bagnaia. Una hazaña digna de aplauso.
Pese a que Morbidelli intentó arruinarle la fiesta acercándose peligrosamente a su tiempo, finalmente fue Marc quien se llevó la pole bajo el brazo. Esta es ya su novena pole en Motorland y suma nada menos que 99 poles mundiales.
Márquez reflexionaba tras conseguirlo: “Debí controlar mi fogosidad… he exagerado y cometí errores, pero estoy contento”. Por su parte, Álex también reconoce la superioridad de su hermano y dice estar preparado para minimizar daños en la lucha por el campeonato. En definitiva, Aragón promete ser una carrera llena de emoción y rivalidad entre hermanos.