El pasado sábado, la mañana se tornó oscura en Inca cuando un hombre de 71 años fue víctima de un atropello que cambiaría para siempre la vida de muchos. A las 11:30, mientras cruzaba por un paso de peatones en la Avinguda General Luque, un Seat Ibiza gris lo arrolló a gran velocidad, dejando al septuagenario tendido en el asfalto con heridas devastadoras.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia, que llegaron rápidamente al lugar del accidente tras recibir el aviso, el hombre no logró superar sus lesiones y falleció poco después en el Hospital Son Espases. Una noticia desgarradora que ha dejado a su familia y amigos sumidos en la tristeza.
Una fuga que suma indignación
Tras el impacto, el conductor huyó sin mirar atrás, abandonando a su suerte a una persona que solo intentaba cruzar la calle. Las autoridades locales y la Guardia Civil no tardaron en iniciar una investigación; revisaron las cámaras de seguridad con la esperanza de dar con este irresponsable. Y así fue. Poco después, lo interceptaron.
Sorpresivamente, el conductor dio negativo en alcohol y drogas. Al principio se le acusó de lesiones graves por imprudencia, pero tras el fallecimiento del hombre mayor, esos cargos podrían transformarse en algo mucho más serio. Es un recordatorio amargo sobre las consecuencias trágicas que puede traer un momento de descuido.
Este tipo de sucesos no deberían ser parte del día a día; nos enfrentamos a una realidad dura donde cada vida cuenta y donde debemos exigir más responsabilidad al volante. La comunidad está conmocionada y todos nos preguntamos: ¿hasta cuándo seguiremos lidiando con estas tragedias?