En el bullicioso ambiente del GP de España, Liam Lawson, el joven neozelandés que debutó en la F1 en octubre de 2024, nos comparte su visión sobre lo que significa ser un piloto agresivo. Durante una charla con MARCA en Montmeló, Liam reconoce que siempre ha admirado a figuras como Fernando Alonso y Lewis Hamilton. «He estado repasando su famosa salida de 2012», confiesa con una mezcla de respeto y admiración hacia estos grandes del automovilismo.
Un viaje lleno de aprendizajes
A pesar de sus primeros tropiezos con los pesos pesados como Alonso y Checo Pérez, Lawson asegura que ha aprendido mucho desde su llegada al Red Bull Racing. Tras ser reasignado a Racing Bulls después de dos carreras, no deja que eso lo desanime. Con una voz tranquila pero decidida, reflexiona sobre su paso por Europa: «Ha sido bueno estar aquí sin jet lag. He pasado mucho tiempo en Barcelona; es un circuito que conozco bien».
Cuando le preguntamos qué le evoca España, responde sin dudarlo: «Barcelona, claro». Para él, este trazado es casi un segundo hogar donde ha competido en diversas categorías. Y aunque no todo ha sido perfecto —su carrera en Ímola tuvo sus altibajos— parece positivo sobre lo vivido hasta ahora.
La F1 actual está llena de cambios y nuevas regulaciones, algo que a Liam le entusiasma pero también le preocupa. «No he podido probar el coche del 2026 todavía», admite mientras observa cómo los equipos luchan por optimizar sus vehículos para sacarles el máximo rendimiento. Sin embargo, siente que las carreras son más emocionantes que nunca; las diferencias entre los coches son mínimas y eso mantiene a todos al borde del asiento.
Aunque su estilo pueda parecer agresivo en pista —algo que él mismo reconoce con una sonrisa— frente a la cámara muestra una faceta más reflexiva y respetuosa hacia sus rivales. Al final del día, Lawson está aquí para competir y dejar su huella en un deporte donde la rivalidad se transforma rápidamente en respeto mutuo.