Hoy celebramos a una de las grandes, Mala Rodríguez, que no solo ha dejado huella en el mundo de la música, sino también en la lucha por los derechos de las mujeres. A sus 46 años, esta artista andaluza recuerda con pasión cómo su debut, Lujo ibérico, revolucionó el panorama musical español hace 25 años. Y es que, como ella misma dice, «los derechos de las mujeres en España están de puta madre gracias al feminismo».
Un viaje lleno de autenticidad
Mala no es solo una rapera; es una fuerza de la naturaleza. Desde que entró en la escena musical, ha desafiado las normas establecidas y se ha mantenido fiel a sí misma. “Siempre he ido por donde he querido”, confiesa con esa actitud desafiante que tanto la caracteriza. Su estilo rompedor mezcla flamenco con ritmos urbanos, creando un sonido único y auténtico que ha resonado en muchos corazones.
Aunque hoy brilla más que nunca, recuerda sus inicios con humildad. Al reflexionar sobre su éxito, cuenta anécdotas de cómo se hizo conocida a través del Emule antes incluso de lanzar su álbum en Latinoamérica. “Fui una viajera del tiempo”, dice entre risas. Pero detrás de cada risa hay historias profundas; anécdotas sobre el camino complicado hacia el reconocimiento y la lucha constante para hacerse un hueco en la industria.
Y no solo habla del pasado; Mala mira hacia adelante con optimismo. “Me encanta mirar al futuro… y lucharlo”, subraya mientras se prepara para presentar su disco emblemático este jueves en el festival Tomavistas. Para ella, cada concierto es una batalla por un mundo mejor donde todos tengan voz y voto.
En definitiva, Mala Rodríguez sigue siendo una mujer valiente e inspiradora que nos recuerda lo lejos que hemos llegado gracias al feminismo pero también lo mucho que aún queda por hacer. Y mientras siga cantando sus verdades al mundo, nosotros estaremos aquí para escucharla.