Después de un empate que dejó un sabor agridulce ante el Alavés, el Atlético de Madrid ha vuelto al césped con más ganas que nunca. Este domingo, en el Cerro del Espino, los rojiblancos se pusieron manos a la obra, sin tiempo que perder y con la mente ya en su próximo reto: la Real Sociedad. Y es que, entre entrenamientos y celebraciones, no hay espacio para relajarse.
La mañana fue intensa. El cuerpo técnico decidió dividir a los jugadores en dos grupos: por un lado, aquellos que tuvieron menos minutos en el último partido sudaron la camiseta sobre el campo; mientras que los titulares del duelo en Mendizorroza se quedaron en el gimnasio recuperando fuerzas. Entre ellos estaba Rodrigo Riquelme, quien sigue lidiando con algunos problemas físicos y tuvo que adaptar su entrenamiento.
Preparándose para lo que viene
Llorente no pudo ser más claro tras la sesión: «Tenemos que subir un poco el nivel y terminar la temporada como lo que somos». Esta frase resuena fuerte entre la afición, porque todos sabemos que este equipo tiene mucho más por ofrecer. La presión está ahí y todos somos conscientes de ello.
A medida que avanza esta temporada llena de altibajos, el Atlético nos demuestra una vez más su carácter indomable. Cada entrenamiento es una nueva oportunidad para demostrar quiénes son realmente. Así que aquí estamos, esperando verlos brillar nuevamente en el Metropolitano. ¡Vamos colchoneros!