En una jornada que debería haber sido como cualquier otra, la tragedia se apoderó de las carreteras de Eivissa. Un fatídico accidente de tráfico dejó a una persona sin vida y a tres más luchando por su vida. La noticia ha dejado a todos con el corazón encogido, porque detrás de esos números hay historias, sueños y familias destrozadas.
¿Hasta cuándo seguiremos ignorando el peligro?
La comunidad no puede permanecer impasible ante esta situación. Muchos empiezan a cuestionar si realmente estamos haciendo lo suficiente para garantizar la seguridad en nuestras vías. “No podemos seguir tirando a la basura la vida de nuestros vecinos”, dice uno de los residentes afectados, que siente cómo cada día se juega algo más que un simple trayecto. Este tipo de incidentes nos recuerda que la imprudencia al volante tiene consecuencias fatales.
Las autoridades locales tienen ahora el deber ineludible de actuar, pero también somos nosotros, los ciudadanos, quienes debemos exigirlo. Porque aunque hoy el dolor es ajeno, mañana podría ser muy nuestro. La lucha por unas carreteras más seguras es una batalla que tenemos que librar juntos.