En una tarde cualquiera en Santa Ponça, la calma se vio interrumpida por una escena que no debería ser habitual. Agentes de paisano de la Policía Local de Calvià, con el ojo bien entrenado y dispuestos a actuar, detectaron un intercambio sospechoso entre un turista y un hombre senegalés que, junto a otro compatriota vendedor ambulante, estaba ofreciendo algo más que gafas.
Un momento decisivo
Era alrededor de las 17:00 horas en la concurrida calle Ramón de Montcada. Los bares y restaurantes estaban llenos de risas y conversaciones animadas, pero en medio de esa bulliciosa atmósfera, dos agentes sin uniforme decidieron seguir su instinto. Al acercarse, vieron claramente cómo el arrestado sacó algo de su bolsillo y lo ofreció al joven visitante. Era nada menos que droga.
Con una rapidez admirable, los policías actuaron. En cuestión de segundos, lograron interceptar al senegalés antes de que pudiera escapar. Durante el registro encontraron tres bolsitas con cocaína y más de 200 euros en efectivo escondidos entre sus pertenencias. Una situación inquietante que pone sobre la mesa la realidad del narcotráfico incluso en lugares turísticos.
Finalmente, la Policía Local traspasó el caso a la Guardia Civil para continuar con las diligencias pertinentes. Sin duda, este tipo de incidentes nos recuerda que no todo lo que brilla es oro y que debemos estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor.