El fútbol siempre tiene sorpresas bajo la manga, y el Mallorca lo demostró con un espectacular triunfo en el Reale Arena. Sergi Darder, el centrocampista de Artà, se convirtió en el alma del equipo, asistiendo a Larin para abrir el marcador y anotando otro gol que dejó sin palabras a los aficionados locales.
Era un día crucial para los bermellones, especialmente tras la decepcionante derrota frente al Celta. El ambiente estaba cargado de presión; las bajas de jugadores clave como Muriqi y Asano pesaban mucho. Sin embargo, Jagoba Arrasate sorprendió a todos con su alineación, apostando por Antonio Sánchez, dejando fuera a Mascarell. Un movimiento arriesgado que pronto demostraría ser acertado.
Una remontada inesperada
A pesar de las dificultades, Mallorca empezó el partido con una defensa sólida que frenó los intentos de la Real Sociedad. Y aunque parecía que todo iba cuesta arriba para los bermellones, llegó un momento decisivo: Darder interceptó un pase débil y lanzó una contra mortal que culminó en un gol extraño pero celebrado con fervor.
Tras ese tanto fortuito, parecía que la suerte sonreía al equipo balear. Pero no todo sería sencillo; la Real reaccionó rápidamente con disparos peligrosos que encontraron resistencia en Greif. No obstante, fue tras el descanso cuando Darder volvió a brillar, sellando su actuación estelar al marcar el segundo gol apenas dos minutos después del inicio del segundo tiempo.
A partir de ahí, el Mallorca se asentó en el campo y mostró una garra renovada; ya no eran solo supervivientes en este partido. La victoria era vital para seguir soñando con Europa y demostrar que este equipo aún tiene mucho que ofrecer. Con 43 puntos en su bolsillo y una moral por las nubes, los bermellones se marcharon del Reale Arena dejando claro que no han tirado la toalla en esta lucha por alcanzar cotas más altas.