En una madrugada que comenzó como cualquier otra en Palma, un incidente ha dejado a más de uno con la boca abierta. A eso de las 2:45 horas, un coche perdió el control en la avenida Joan Miró y acabó estampándose violentamente contra una farola y, lamentablemente, contra ocho motocicletas estacionadas. El resultado fue devastador para los vehículos; sus dueños no podían creer lo que veían cuando llegaron al lugar.
El momento del accidente
El protagonista de esta historia es un hombre ucraniano de 31 años. Tras causar este desaguisado, decidió marcharse sin mirar atrás. La Policía Local se presentó rápidamente en la escena, pero el conductor ya había desaparecido. Como si nada hubiera pasado. Sin embargo, su coche no tuvo tanta suerte; fue localizado posteriormente en la calle Federico García Lorca.
Las cosas no son tan simples como parecen: el vehículo estaba registrado a nombre de una empresa, lo que complicó las cosas para los agentes que intentaban dar con el responsable del estruendo. Ante el estado del coche, tuvieron que llamar a una grúa municipal para llevarlo al depósito.
Pero aquí no acaba la historia. Horas después del choque, nuestro amigo decidió volver para intentar recuperar su auto. Fue entonces cuando los policías lo identificaron y él confesó estar asustado por lo sucedido y por eso se marchó tan rápido. Sin embargo, esto no le exime de responsabilidades.
A día de hoy, este conductor enfrenta una denuncia administrativa por no facilitar sus datos tras involucrarse en un accidente. La Unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC) ha tomado cartas en el asunto y ha iniciado las investigaciones pertinentes. En definitiva, otro ejemplo más de cómo algunas decisiones pueden tener consecuencias inesperadas.

