En una noche que prometía ser tranquila, un joven colombiano de 21 años decidió convertir las calles de Palma en su propio escenario de caos. La historia comenzó alrededor de la 1:30 del pasado 17 de diciembre, cuando una ciudadana, preocupada por los ruidos y el espectáculo que estaba presenciando, alertó a la Policía Local. Un hombre estaba golpeando coches estacionados en la calle Aragó, dejando un rastro de daños que pronto se harían evidentes.
La intervención policial
A los pocos minutos, una patrulla de la Unidad de Intervención Inmediata (UII) llegó al lugar y encontró al joven que coincidía con la descripción proporcionada por la testigo. Sin embargo, lo que parecía ser una detención sencilla se tornó complicada; el chico no estaba dispuesto a colaborar. Con actitud desafiante y lanzando insultos a los agentes, intentó resistirse con todas sus fuerzas.
No obstante, los policías estaban preparados para cualquier eventualidad y lograron reducirlo. Pero eso no fue todo; gracias a la colaboración ciudadana, pudieron identificar rápidamente a los propietarios afectados. Uno de los vehículos tenía daños que ascendían a casi 3.000 euros, mientras que otro simplemente perdió su retrovisor por completo.
Finalmente, tanto el atestado como el detenido fueron llevados ante el Juzgado de Guardia. Una historia más que nos recuerda cómo pequeñas acciones pueden desencadenar grandes problemas en nuestra comunidad. Es triste ver cómo algunos deciden tirar a la basura no solo propiedad ajena sino también un futuro mejor para todos.

