La historia del pequeño de diez años que, el pasado lunes, cayó desde un séptimo piso en un bloque de General Riera ha dado un giro esperanzador. A pesar del tremendo accidente que lo llevó a la UCI pediátrica del Hospital de Son Espases, el niño está mostrando una fortaleza admirable. Su madre, visiblemente aliviada, confirmó a Ultima Hora que ya ha sido trasladado a planta, lo que sin duda es una buena señal.
Un milagro cotidiano
Recordemos cómo sucedió: mientras estaba en casa con sus hermanos, el pequeño se asomó y perdió el equilibrio, cayendo desde aproximadamente 20 metros. La caída fue brutal; pero por suerte, impactó primero sobre la luna delantera de un coche aparcado. Eso amortiguó parte del golpe y quizás salvó su vida.
Afortunadamente, la rápida intervención de un Técnico de Emergencias Sanitarias que pasaba por allí y la eficacia del equipo del 061 hicieron posible que llegara con vida al hospital. Desde entonces, cada día ha sido una lucha y poco a poco se va recuperando. Este fin de semana representa un nuevo capítulo en su proceso: pasar a planta es sinónimo de mejora y alivio para su familia, quienes no se han separado ni un momento de él.
A cinco días del accidente, este niño sigue demostrando su valentía mientras sus lesiones van sanando. Aunque aún le queda camino por recorrer para dejar atrás los efectos de aquel trágico día, nos recuerda a todos la fragilidad y belleza de la vida.

