Era un día cualquiera en Son Servera, cuando alrededor de la 1:35 de la tarde, un hombre se topó con una escena inquietante: un niño de solo cuatro años vagaba solo por la calle, sin que nadie pareciera preocuparse por él. Rápidamente, este ciudadano decidió actuar y contactó a la Policía Local para asegurar que el pequeño estuviera a salvo.
En cuestión de minutos, una patrulla llegó al lugar. Junto al hombre que había dado el aviso, también se encontraba un trabajador de Correos, ambos vigilando con atención al niño en una zona donde el tráfico era intenso y peligroso. ¡Menuda responsabilidad!, pensaron los agentes al llegar y ver lo vulnerable que estaba el menor.
Identificación y reencuentro familiar
A pesar del esfuerzo inicial por identificar al niño, las primeras indagaciones no dieron frutos; no había ninguna denuncia de desaparición y el pequeño no podía dar sus datos personales ni su dirección. Sin embargo, lejos de rendirse, los policías decidieron solicitar ayuda al mismo hombre que lo había encontrado para llevarlo a la comisaría y continuar con las gestiones necesarias.
Durante el trayecto hacia la dependencia policial, los agentes lograron contactar con el centro educativo Na Penyal. ¡Y ahí estaba la clave! Las profesoras reconocieron al niño y gracias a su rápida actuación pudieron localizar a sus padres. En poco tiempo, este pequeño fue devuelto a casa sano y salvo, tras haber sido localizado a apenas 500 metros de su hogar.
Desde el Ajuntament de Son Servera hasta la Policía Local han querido destacar lo vital que es la solidaridad y protección hacia nuestros niños. Agradecen sinceramente el trabajo «impecable» tanto del ciudadano Jaume Ballester Simonet como del trabajador de Correos. Al final del día, todos somos parte de esta comunidad y cada gesto cuenta cuando se trata del bienestar más preciado: nuestros pequeños.

