La historia que nos llega desde Cala Rajada es una de esas que dejan un sabor amargo en la boca. Un hombre de 76 años, quien debería ser una figura protectora, ha llegado a aceptar una condena por abusar sexualmente del nieto menor de edad de su pareja. Este miércoles, en la Audiencia de Palma, se escucharon las palabras que desatan tanto malestar: solo dos años de cárcel y, lo más impactante, ¡su pena está suspendida! Es difícil entender cómo puede ser posible.
Un acuerdo inquietante
A pesar del horror vivido por el niño, el tribunal decidió suspender la pena. Y aquí es donde muchos levantan la ceja. Este anciano ha tenido que indemnizar al pequeño con 5.000 euros por los daños morales ocasionados; sí, un gesto que parece poco frente a lo irreparable. Los hechos ocurrieron entre mayo de 2022 y mayo de 2024, cuando el menor tenía entre 10 y 12 años. En esos momentos tan vulnerables, mientras cuidaba del niño en casa, este hombre aprovechó su confianza para hacerle tocamientos.
Es desgarrador pensar que el niño no pudo pedir ayuda a nadie, atrapado en esa relación familiar donde debería sentirse seguro. La Fiscalía había solicitado seis años tras las rejas para el acusado; sin embargo, tras un acuerdo con su abogado Gonzalo Reta, esa cifra se redujo a dos años y parece que eso fue suficiente para salir ileso. ¿Dónde queda la justicia? Aquí hay mucho más que discutir y reflexionar sobre cómo protegemos a nuestros menores.

