Hoy, en la Audiencia de Palma, se ha dado un paso que muchos esperaban. Un hombre que cometió tocamientos a una vecina de solo 11 años en Montuïri ha aceptado una condena de dos años de cárcel. Su abogado, Miguel Ángel Ordinas, estuvo a su lado durante todo el proceso, pero eso no borra el dolor que ha causado.
La historia se remonta al 16 de febrero de 2024, cuando la pequeña estaba en la plaza del pueblo. Este individuo, que conocía a la niña desde hace tiempo por ser vecino de sus abuelos, aprovechó esa confianza para acercarse demasiado. Le dio besos en la mejilla y en la frente y, lo que es más inquietante, le tocó el cuerpo mientras la agarraba por la cintura.
Una situación inaceptable
Poco después, el 23 de febrero, volvió a abordar a la menor. Esta vez no se detuvo ahí; le besó en la cara y continuó caminando con ella mientras mantenía su mano sobre su cintura y con la otra le tocó los genitales por encima de la ropa. Inaceptable.
A pesar de lo grave del asunto, al principio, la Fiscalía pedía cuatro años tras las rejas por un delito de agresión sexual a menor de 16 años. Sin embargo, tras llegar a un acuerdo con la defensa, han rebajado esa cifra a dos años y además el acusado tendrá que indemnizar a su víctima con 3.000 euros. Una pena suspendida durante tres años… Pero ¿es suficiente? La comunidad está consternada.

