En Palma, la justicia ha hablado. Un hombre de 40 años, conocido como empresario de lacados, se encuentra tras las rejas después de ser condenado a un año y nueve meses de cárcel. Su delito no es menor: estafar a unas veinte personas en Mallorca con el falso alquiler de habitaciones. Todo esto sucedió entre finales de 2023 y febrero de 2024, cuando este individuo decidió jugar con la esperanza y el bolsillo ajeno.
La historia comenzó cuando este estafador comenzó a publicar anuncios en dos populares páginas web, ofreciendo habitaciones en un piso que él mismo ocupaba. La trampa estaba bien orquestada; sabía que los espacios estaban ya ocupados y aún así convencía a los interesados para que le adelantaran dinero como reserva. ¡Una jugada maestra del engaño! Las víctimas llegaban al lugar, ilusionadas por su nuevo hogar temporal, solo para encontrarse con la amarga realidad: sus sueños desvanecidos y su dinero tirado a la basura.
Las víctimas hablan
A una mujer le llegó a quitar 900 euros el 2 de diciembre de 2023, mientras que otro hombre también sucumbió ante su artimaña al adelantarle 350 euros para poder entrar al piso a principios del siguiente año. Pero no fue solo eso; en enero, otras dos personas perdieron 300 y 200 euros respectivamente. Todos ellos decidieron dar un paso al frente y denunciaron los hechos ante la Policía Nacional.
Ahora, este hombre deberá indemnizar a sus víctimas con un total de 1.750 euros, lo que representa apenas una fracción del daño causado. Tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía —que inicialmente pedía tres años—, su abogada logró reducir su condena significativamente. Al final del día, parece que la justicia ha hecho algo más que dictar sentencia; ha dado voz a quienes se sintieron traicionados por su propia confianza.

