La historia de una asociación cannábica en Playa de Palma ha llegado a su fin. Todo comenzó el pasado miércoles, cuando la Policía Nacional detuvo a dos personas, un hombre y una mujer, responsables de este local que supuestamente debería promover el consumo responsable de cannabis, pero que se convirtió en un auténtico punto de venta.
Las detenciones no fueron un hecho aislado; este par ya había tenido problemas con la ley anteriormente, y lo que es más preocupante: habían sido arrestados en dos ocasiones solo este año. La cosa no pintaba bien para ellos, y así lo reflejaron las pruebas encontradas: más de medio kilo de marihuana, 100 gramos de hachís y otros productos derivados del cannabis estaban apilados en el establecimiento.
Una tapadera muy visible
Todo empezó por una denuncia anónima que alertaba sobre actividades sospechosas dentro del local. Los agentes del Grupo II de Estupefacientes comenzaron a investigar y descubrieron que detrás de esa fachada legal se escondía un negocio ilícito. Y es que resulta frustrante ver cómo algunos se aprovechan del vacío legal mientras otros luchan por hacer las cosas bien.
Así fue como los policías solicitaron una orden para registrar el local y, al entrar, confirmaron sus peores temores. Allí encontraron no solo droga sino también dinero en efectivo fraccionado entre diversos billetes. Todo esto llevó a la autoridad judicial a tomar la decisión drástica: cerrar definitivamente esta asociación. A veces nos preguntamos hasta dónde puede llegar la irresponsabilidad humana, ¿verdad? Pero hoy podemos celebrar que uno menos será parte del problema.

