En un giro inquietante de los acontecimientos, la Policía Nacional ha arrestado a un médico en Palma tras recibir la denuncia de una paciente que sufrió una agresión sexual durante una consulta. Todo sucedió el pasado 17 de octubre, cuando la mujer, de 35 años, se encontraba en la clínica para someterse a una prueba rutinaria en el abdomen. Sin embargo, lo que debía ser un procedimiento normal se tornó en una experiencia aterradora.
El médico presuntamente aprovechó la ocasión para realizarle tocamientos inapropiados, haciendo pasar estos actos como parte del examen. Imagina cómo debió sentirse esa mujer; confundida y vulnerada tras salir de allí. Decidió regresar dos días después para hacerse la misma prueba, pero esta vez con otra doctora. Y sorpresa: el procedimiento fue rápido y sin ningún tipo de contacto indebido.
La valentía de denunciar
Tras esa segunda visita, ya no pudo quedarse callada. Fue directamente a la Jefatura Superior de la Policía Nacional y relató su experiencia. Gracias a su valentía, los agentes actuaron rápidamente; citaron al sospechoso y lo detuvieron como presunto autor de un delito de agresión sexual. Aunque quedó en libertad con cargos, este caso pone sobre la mesa cuestiones cruciales sobre el abuso de poder y la confianza depositada en profesionales que deberían cuidar nuestra salud.

