Cuatro individuos, todos ellos con un pasado que no les hace justicia, se encuentran ante la Audiencia de Palma. Una banda que ha dejado su huella en Mallorca, desvalijando nada menos que 14 casas. La Fiscalía ha puesto el ojo en ellos, pidiendo un total de 23 años y medio de prisión. Tres de los acusados, que ya están tras las rejas, podrían recibir siete años cada uno. El cuarto, un hombre que tenía un taller clandestino en casa donde fundía las joyas robadas, podría enfrentar dos años y medio.
Un recorrido delictivo por la isla
El primer robo ocurrió el 1 de noviembre entre las diez y media y las doce y media de la mañana en Esporles. Los ladrones forzaron la entrada y se llevaron joyas y dinero por valor de más de 16.000 euros, incluyendo una caja fuerte con otros 15.000 euros dentro. No contentos con eso, entre el 8 y el 15 del mismo mes intentaron entrar a otra casa en Port d’Andratx pero fracasaron tras saltar un muro.
Sin embargo, el 13 de noviembre sí tuvieron éxito al acceder a otra vivienda, llevándose consigo un candelabro plateado valorado en 20.000 euros, junto con un reloj Breguet y un colgante Cartier cuyo precio asciende a unos impresionantes 50.000 euros. ¡Un botín total cercano a los 130.000 euros!
En días posteriores continuaron su rastro delictivo: entraron por una ventana en Marratxí para apoderarse de varias joyas y relojes; también irrumpieron en Génova llevándose dinero y hasta un décimo de Navidad.
La Guardia Civil no tardó mucho en ponerle fin a esta locura criminal cuando registró uno de los domicilios implicados encontrando no solo dinero sino también instrumentos utilizados para perpetrar los robos: guantes, destornilladores… Y lo más impactante: joyas valoradas en más de 391.000 euros, además del taller clandestino donde fundían sus tesoros robados.
A medida que avanza este caso, nos preguntamos ¿hasta dónde llega la avaricia humana? Estos delincuentes pensaban que todo les saldría gratis; sin embargo, ahora tienen una larga trayectoria judicial por delante.

