En Calvià, la vida a veces puede dar giros inesperados. Este es el caso de una mujer argentina que ahora se encuentra en medio de un lío judicial tras rayar un coche que ocupó su plaza de aparcamiento. Todo comenzó en agosto de 2024, cuando esta mujer llegó a su espacio reservado y se encontró con un Hyundai Grand Santa Fe estacionado sin permiso. La reacción fue inmediata: cogió un objeto punzante y decidió marcar su territorio, ocasionando daños valorados en más de 2.500 euros.
¿Justicia o venganza?
Ahora, la Fiscalía no solo le reclama una multa de 5.700 euros por los daños, sino que también investiga la veracidad de su defensa. En una reciente vista previa celebrada este jueves, el abogado de la acusada pidió aplazar el juicio al argumentar que quien realmente causó los desperfectos fue una familiar que estaba de vacaciones durante esos días en Mallorca. El fiscal, claro está, no se lo ha tomado tan a la ligera y ha decidido regresar el caso a instrucción para investigar esta nueva versión.
La historia nos recuerda cómo pequeños conflictos pueden escalar rápidamente y convertir un simple desacuerdo sobre una plaza de aparcamiento en algo mucho más complicado. La pregunta queda abierta: ¿Qué pasará si se demuestra que la mujer mintió? Podría enfrentarse a cargos por obstrucción a la justicia. Un verdadero culebrón del verano balear.

