En una jugada desesperada que raya lo absurdo, tres hombres han sido detenidos en Palma tras prenderle fuego a un coche en el aparcamiento de un hospital. ¿La razón? Intentar cobrar el seguro, claro está. Uno de ellos, el propietario del vehículo, no dudó en denunciar que le habían robado su preciada joya sobre ruedas.
Todo comenzó a finales de octubre, cuando este hombre lanzó la bomba: su turismo había desaparecido misteriosamente en la Part Forana. Pero lo que parecía ser un robo como cualquier otro tomó un giro inesperado cuando días después el coche apareció completamente calcinado en un centro hospitalario. Y es aquí donde empieza la investigación del Grupo de Atracos de la Policía Nacional.
Una trama digna de película
Los agentes comenzaron a desentrañar este entuerto y descubrieron que el propietario había llevado su propio coche al aparcamiento, se bajó y luego subió a otro vehículo. Al identificar al conductor del coche que lo trasladó, los policías pensaron que él era parte del plan; sin embargo, pronto se dieron cuenta de que solo había actuado como chofer. Este hombre confesó haber recibido 100 euros por ayudar con la “operación”. Su papel era simple: llevar al dueño hasta el lugar donde luego harían arder las llamas.
Poco después, los investigadores localizaron al verdadero autor del incendio y fue detenido por robo de uso y daños. La sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron que estaba aliado con el propietario desde un principio; todo formaba parte de una estrategia para simular un robo y hacer desaparecer el vehículo por completo.
A medida que avanzaban las indagaciones, los agentes no tardaron mucho en detener también al propietario del automóvil como responsable de estafa e incendio intencionado. La investigación sigue su curso y los policías no descartan más arrestos en esta historia rocambolesca donde la avaricia ha llevado a estos hombres a jugarse mucho más de lo que estaban dispuestos a perder.

