Era un día cualquiera en el Aeropuerto de Palma, un lugar donde la rutina se mezcla con la adrenalina de quienes están a punto de emprender un viaje. Pero lo que parecía ser una simple travesía para una joven de 20 años, originaria de Sudamérica, terminó convirtiéndose en una historia llena de giros inesperados. La chica, con prisa por tomar su vuelo, intentó pasar los controles del aeropuerto cargando nada menos que 80 gramos de tusi, esa famosa cocaína rosa que ha captado tanta atención últimamente.
Un control fallido
El pasado viernes 14 de noviembre, cuando la pasajera se presentó ante los vigilantes del control de seguridad, todo parecía ir bien. Sin embargo, el detector comenzó a sonar como si estuviera gritando: «¡Alto ahí!». A pesar del aviso sonoro y luminoso, ella se mostró reticente a someterse a otro chequeo y alegó que no tenía tiempo porque su vuelo partía en minutos. Pero no contaba con que su negativa llamaría aún más la atención.
Los agentes de la Unidad de Análisis e Investigación Fiscal y de Fronteras (UDAIFF) no tardaron en aparecer. Con astucia y determinación, llevaron a la joven a las dependencias policiales donde descubrieron varias bolsas tipo zip pegadas a su cuerpo. Dentro contenían ese polvo rosa que estaba buscando evadir. Tras realizar las pruebas pertinentes, confirmaron lo inevitable: era tusi.
A fin de cuentas, esta historia podría haberse escrito con tintes muy diferentes si no hubiera sido por esa alarma del detector. Ahora se enfrenta a cargos por tráfico de drogas; una lección amarga para quien solo buscaba volar libremente pero terminó atrapada por sus propios actos.

