Era un sábado cualquiera en Son Gotleu, cuando la tranquilidad del barrio se vio interrumpida por un acto que nos deja sin palabras. Un hombre, tranquilo con su patinete valorado en 464 euros, se convirtió en víctima de un ataque a mano armada por parte de siete jóvenes. Todo comenzó con una petición desesperada: les pidieron dinero para recuperar el patinete, pero lo que siguió fue una escena digna de película de terror.
El miedo palpable en las calles
La víctima se dirigía por la calle Indalecio Prieto cuando el grupo le rodeó. La situación rápidamente escaló; amenazas, golpes, puñetazos y patadas fueron el saludo que recibió. El hombre no solo perdió su medio de transporte, sino también algo invaluable: su seguridad. ¿Cómo es posible que lleguemos a este punto? Mientras tanto, varias patrullas del Grupo de Atención al Ciudadano estaban haciendo su ronda habitual y recibieron un aviso del 091 sobre un robo con violencia.
Al llegar al lugar, se encontraron con un hombre visiblemente asustado que no dudó en buscar refugio en el coche policial. «¡Tengo mucho miedo!», exclamaba mientras relataba lo sucedido. Y es que nadie debería pasar por eso simplemente por salir a dar una vuelta.
Poco después de los hechos, la víctima reconoció a dos de sus agresores cerca del lugar y decidió enfrentarse a ellos. Les pidió el patinete que le habían robado, pero la respuesta fue aún más indignante: le exigieron 20 euros para devolvérselo. En un acto desesperado, aceptó pagarles y así los chicos lo condujeron a otro sitio donde le pidieron más dinero antes de desaparecer con su botín.
Afortunadamente, la Policía Nacional logró localizar a los dos hombres poco después y procedió a su detención como presuntos autores de este delito violento. Sin embargo, la investigación sigue abierta porque ¿cuántos más andan libres pensando que pueden hacer lo mismo? Esta situación no puede convertirse en nuestra nueva normalidad.

