La tarde del miércoles, a eso de las 18:00 horas, una tragedia inminente se desató en el centro de menores Tramuntana, ubicado en la tranquila zona de Es Puntiró, Palma. Un incendio comenzó a arder en una de las salas interiores, y aunque la situación parecía alarmante, gracias a la rápida actuación del personal y los servicios de emergencia, se pudo evitar lo peor.
A pesar del susto y la angustia vivida, catorce menores fueron atendidos por heridas leves, principalmente por inhalación de humo. Por fortuna, no se han reportado quemaduras. Al ver el fuego, el personal del hogar residencial no dudó ni un instante; utilizaron los extintores disponibles y evacuaron a los pequeños con agilidad antes de que la situación se complicara más.
Una respuesta rápida ante el peligro
Los equipos de emergencia llegaron rápidamente al lugar tras recibir el aviso al 112. La Policía Local, junto con la colaboración del servicio sanitario 061 y la Policía Nacional, estuvieron presentes para asegurar que todos estuvieran a salvo. El humo denso que llenaba el espacio fue controlado gracias a la intervención oportuna.
A pesar del caos momentáneo, el informe médico indica que ninguno necesitó ser trasladado al hospital. Los valientes bomberos continuaron trabajando en el lugar para garantizar que todo estuviera bajo control y comenzaron a investigar cómo se originó este fuego. Por ahora, las causas permanecen en misterio: ¿fue un accidente o algo más?
No podemos dejar de pensar en lo vulnerable que es nuestra infancia frente a situaciones como esta. Pero hoy nos queda claro que la rápida reacción puede marcar una gran diferencia entre un simple susto y una tragedia mayor.

