En una noche cualquiera, a eso de las 00:10 horas, un hombre estaba disfrutando de su rutina de deporte por la zona de Dalt Murada en Palma. Sin embargo, lo que empezó como una simple carrera se convirtió en un episodio aterrador. Un joven de 27 años, español y con más malas intenciones que sentido común, decidió interceptarlo. Con una botella en mano, le lanzó amenazas escalofriantes: «No te muevas, que te voy a matar».
Un final inesperado
Afortunadamente, el desenlace no fue tan dramático como pudo haber sido. Tras recibir el aviso del robo por parte de testigos que vieron cómo el agresor huía tras asaltar al corredor, la Policía Local actuó rápidamente. Una Unidad de Intervención Inmediata se dirigió al lugar y recibió información sobre el sospechoso.
La búsqueda no duró mucho; lo encontraron poco después en la calle San Roc. En lugar de mostrar resistencia, el joven tiró la botella y se arrodilló ante los agentes, como si ya supiera que había cruzado una línea peligrosa. Mientras tanto, los policías hablaron con la víctima, quien narró cómo todo sucedió tan rápido: el atacante lo agarró del cuello y le quitó unas llaves antes de que pudiera reaccionar.
Al final del día, este tipo de incidentes nos recuerda lo vulnerables que podemos ser incluso en nuestras actividades cotidianas. Y aunque esta vez hubo un arresto gracias a la rápida acción policial, muchos se preguntan hasta cuándo seguiremos tolerando situaciones así. La comunidad necesita un cambio real para sentirse segura al salir a correr o simplemente a pasear por su ciudad.

