El pasado 3 de octubre, el aparcamiento de la cárcel de Palma fue testigo de una escena que podría sacudir a cualquiera: un motorista sin carné haciendo caballitos y dando acelerones como si no hubiera un mañana. Esta imprudencia no pasó desapercibida para el personal de seguridad, que rápidamente alertó a las autoridades.
La investigación toma forma
La Policía Local no tardó en actuar. Gracias a su colaboración con la Guardia Civil, pronto lograron identificar al intrépido joven, un español de solo 21 años. Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad dejaron claro que no había lugar a dudas; los agentes vieron cómo este chico se lanzaba en su ciclomotor sin casco, desafiando toda lógica y poniendo en riesgo su vida y la de los demás.
A lo largo de las siguientes semanas, los policías se pusieron manos a la obra. La Sala de Atestados solicitó y revisó meticulosamente todas las grabaciones disponibles. Así fue como lograron dar con el autor del espectáculo peligroso y citaron a la dueña del vehículo implicado. Al parecer, ¡la moto ni siquiera tenía seguro! La propietaria recibió su merecida denuncia por esta falta.
Pero eso no es todo; el historial del joven también levantó cejas entre los agentes, ya que contaba con varios antecedentes relacionados con delitos similares. Finalmente, fue llamado a dependencias policiales como investigado. Allí decidió acogerse a su derecho a no declarar mientras las diligencias pasaban a la autoridad judicial. Todo un culebrón que nos deja preguntándonos: ¿hasta dónde llegarán algunos por buscar adrenalina?

