En el corazón de esta historia, encontramos a dos personajes cuyo nombre resuena en las calles: Gonzalo Márquez y Stefan Milojevic. Según los informes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, estos hombres no solo son abogados, sino presuntos artífices de una red destinada a blanquear dinero proveniente del narcotráfico. Y lo hacían comprando hoteles. Sí, así como suena.
La investigación señala que han adquirido tres establecimientos que, agrupados bajo el nombre Blu Hotel Group, se convierten en piezas clave de su estrategia. Uno se encuentra en el Port d’Alcúdia y los otros dos en Pamplona y Albacete. Lo inquietante es cómo operaban: utilizando una maraña de sociedades interpuestas para ocultar sus verdaderas intenciones. La empresa madre, United Events S.L., fue constituida con rapidez; su administrador inicial era el hermano de Milojevic, pero poco después Márquez tomó las riendas.
Métodos burdos para blanquear dinero
No solo se detuvieron ahí. Además de los hoteles, intentaron hacerse con restaurantes e incluso gestionaban un negocio de compra-venta de coches en Inca. En este último caso, parece que algunos clanes gitanos locales pagaban por la droga entregando vehículos en lugar de efectivo. Un Porsche Panamera aquí, un Audi S.3 allá… ¿qué más da si todo está tan bien organizado?
Pero la cosa no termina ahí. Hay momentos que parecen sacados de una película: durante un episodio donde dos subalternos se dieron cuenta de que estaban siendo seguidos por la policía, entraron en pánico y decidieron deshacerse de 58.000 euros quemándolos. Sí, han leído bien; el fuego devoró billetes como si fueran hojas secas.
En medio del caos siempre hay quienes intentan encontrar un sentido a lo absurdo; comentarios flotan sobre conexiones políticas con el narcotráfico en España y América Latina. Muchos empiezan a cuestionarse si estos vínculos pueden llegar hasta los rincones más altos del poder o si simplemente estamos ante otra historia más del lado oscuro del dinero fácil.

