En las calles de Palma, la tranquilidad se vio interrumpida el pasado 27 de agosto por un par de robos que han dejado a más de uno con la piel erizada. Un joven, al parecer sin escrúpulos, fue detenido tras arrebatar dos collares de oro a tirones, uno a un hombre y otro a una mujer, en cuestión de horas. Lo curioso es que todo esto sucedió mientras se desplazaba en su patinete eléctrico, como si nada pasara.
La historia comienza temprano por la mañana, alrededor de las 6:30, cuando un hombre paseaba despreocupado por la calle Alfonso el Magnánimo. Allí se encontró con este chico argelino que le abordó con una conversación aparentemente inocente. Pero tras unos minutos intercambiando palabras, el ladrón hizo lo impensable: se lanzó sobre él para intentar quitarle no solo el collar dorado que llevaba puesto, sino también su bandolera. El forcejeo fue inevitable; ambos cayeron al suelo y el joven consiguió huir dejando a la víctima malherida y con contusiones.
Otro asalto en menos de una hora
No contento con ese primer golpe, apenas una hora después repitió la jugada. Esta vez su blanco fue una mujer que caminaba tranquila por la misma zona. Se acercaron para entablar conversación y, en un abrir y cerrar de ojos, uno de ellos le arrancó el collar del cuello como si fuera un juguete antes de salir corriendo. La mujer pidió ayuda gritando desesperadamente mientras uno de los ladrones se giraba hacia ella y soltaba una risa burlona.
A raíz de estos sucesos escalofriantes, el Grupo de Policía Judicial no perdió tiempo e inició una investigación. Gracias a su rápida actuación lograron identificar al chico responsable del primer robo y lo arrestaron el 5 de septiembre. Ahora está tras las rejas esperando lo que venga.
Aún quedan muchas preguntas sin respuesta y no podemos dejar pasar por alto lo vulnerables que nos sentimos ante situaciones así. ¿Hasta cuándo seguiremos viviendo bajo esta sombra? La investigación sigue abierta; esperemos que pronto haya justicia para quienes han sufrido estas agresiones tan injustas.