En el corazón del barrio de Son Forteza, Palma, la Policía Nacional ha dado un golpe contundente a la venta de sustancias ilegales. Todo comenzó con la vigilancia de un piso que parecía ser un hervidero de actividad sospechosa. La entrada y salida constante de personas encendió las alarmas y los agentes no tardaron en poner el ojo en esa vivienda.
Así fue como, después de una investigación exhaustiva, el pasado lunes se detuvo a una mujer que hacía las veces de vendedora. Esta no era una simple transacción; aquí se movían cocaína, marihuana y hachís sin ningún tipo de control. La policía descubrió que el lugar era un punto «muy activo», como bien apuntaron los investigadores.
Un operativo sorpresa
A primera hora del día, alrededor de las 9:30, los policías pusieron en marcha su plan. Entraron al domicilio y encontraron a la vendedora junto con diferentes cantidades de estupefacientes y billetes fraccionados. Pero eso no es todo; una habitación estaba adaptada con instalaciones eléctricas para cultivar marihuana, lo cual revela la magnitud del asunto.
No solo estaban traficando: también robaban electricidad para alimentar sus cultivos ilegales. Ante esto, la Policía solicitó asistencia a la compañía eléctrica local para cortar ese suministro fraudulento. Es inquietante pensar que detrás de estas acciones hay personas dispuestas a arriesgarlo todo por unos euros más.
La Policía Nacional hace un llamado a la comunidad: cualquier información sobre tráfico de drogas puede ser denunciada anónimamente, ya sea escribiendo al correo antidroga@policia.es o visitando su página web. Cada pequeño gesto cuenta en esta lucha contra el narcotráfico.