En el CEIP Maria Antònia Salvà, el comienzo del curso sigue siendo un auténtico rompecabezas. Todo esto se debe a la intensa protesta organizada por el AFA contra Miquel Roldán, un maestro que ha sido condenado por acoso a un menor en 2024. La tarde del jueves, la tensión se palpó en el Consell Escolar, donde se reunieron la dirección del centro, miembros de la Conselleria y representantes del AFA para discutir este espinoso asunto.
Decisiones que no convencen
La Conselleria ha decidido asignar un nuevo docente para asumir la tutoría de 6º curso hasta junio, pero lo que realmente causa revuelo es que Miquel Roldán permanecerá en el centro realizando tareas de apoyo en el tercer ciclo de Primaria (5º y 6º). Se aseguró que «no se quedará solo con los alumnos», pero muchos padres sienten que esta medida es totalmente insuficiente. Como bien dice uno de los representantes: “¿De qué sirve tenerlo aquí? No estamos dispuestos a tirar a la basura la seguridad de nuestros hijos”.
Además, Inspección Educativa ha solicitado activar una comisión paritaria para evaluar si es necesario exigir al profesor una evaluación psicológica. Pero los padres no están satisfechos; han dejado claro que esperan con ansias una reunión programada para este viernes por la tarde, donde planean hacer oír su voz y recibir asesoramiento jurídico.
Mientras tanto, Roldán continúa trabajando en el centro desde el inicio del curso. Defiende su inocencia y su derecho a dar clases, aunque su recurso contra la sentencia que le impuso un año de prisión y una multa de 6000 euros aún está pendiente. El pulso entre él y los padres sigue vivo, dejando claro que esta historia no termina aquí.